En el corazón del Valle de Agaete, al noroeste de Gran Canaria, se cultiva un tesoro único en Europa: el café de Agaete, una joya gastronómica que combina historia, tradición y un sabor inigualable. Este café, de la variedad Arábica Typica, no solo es el único cultivado en el continente europeo, sino que también se ha convertido en un atractivo turístico que invita a los visitantes a descubrir el encanto de Agaete a través de su aroma y su legado. Si estás planeando un viaje a las Islas Canarias, sumérgete en esta experiencia única que une agroturismo, cultura y naturaleza. En este artículo, exploramos la historia del café de Agaete, su proceso de cultivo, su sabor distintivo y por qué es un imperdible para cualquier viajero que visite Gran Canaria. ¡Prepárate para un viaje al corazón del café más septentrional del mundo!
La Historia del Café de Agaete: Un Legado de Siglos
El café llegó a las Islas Canarias en 1788, cuando semillas y plantas exóticas provenientes de América y Asia fueron introducidas en el Jardín de Aclimatación de La Orotava, en Tenerife, por orden de Carlos III. A finales del siglo XIX, estas semillas llegaron a Agaete, donde encontraron en el Valle un entorno ideal: un microclima subtropical, suelos volcánicos fértiles y altitudes de unos 150-200 metros sobre el nivel del mar. Este paisaje, protegido por las montañas de Tamadaba, permitió que el café, especialmente la variedad Arábica Typica de origen etíope, se adaptara perfectamente.
A diferencia de otras regiones cafeteras, en Agaete el café no se cultivó en grandes plantaciones, sino en pequeños huertos junto a frutales tropicales como plátanos, naranjas, mangos y aguacates. Las bayas se secaban al sol en las azoteas de las casas y se desgranaban manualmente, un proceso artesanal que aún persiste. Aunque su producción decayó en los años 30 y 40 del siglo XX debido a la dificultad de la recolección manual, el café de Agaete sobrevivió gracias a la dedicación de familias locales y a una máquina descascarilladora que facilitó el proceso. En 1889, el agricultor José de Armas presentó este café en la Exposición Universal de París, ganando una medalla de bronce que puso a Agaete en el mapa cafetero mundial.
El Cultivo del Café de Agaete: Un Proceso Artesanal
El café de Agaete se cultiva en el Valle de Agaete, un entorno de 45,5 km² rodeado por el Parque Natural de Tamadaba, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. La producción anual no supera los 5.000 kilos, lo que lo convierte en un producto exclusivo. Los cafetos crecen a la sombra de frutales tropicales, una práctica que protege las plantas y enriquece el suelo volcánico con nutrientes. Este método, combinado con la recolección manual de las cerezas en primavera (que puede extenderse hasta julio), asegura un café de calidad excepcional.
A diferencia de otros cafés, el de Agaete no se lava, sino que se seca al sol en “mesas africanas” durante 20 días, un proceso que preserva los aromas naturales de la cereza. Esto da como resultado un café natural, más dulce y con más cuerpo, con notas de chocolate, regaliz y frutas. La variedad Typica, una de las más antiguas del mundo, es conocida por su baja productividad (se necesitan 7 kilos de cerezas para obtener 1 kilo de café tostado), pero su calidad es inigualable. En la Finca La Laja, una de las principales productoras, también se experimenta con variedades como Geisha, la más cotizada del mundo, haciendo de Agaete un pionero en Europa.
El Sabor del Café de Agaete: Una Experiencia para el Paladar
El café de Agaete es un producto gourmet que ha conquistado a expertos y chefs. Albert Solá i Trill, exdirector del Fórum Cultural del Café de Barcelona, lo describió como “de gran calidad, con un color amarillo verdoso, aroma a fruta verde y un gusto afrutado y dulce que recuerda al chocolate o el regaliz”. En cata, este café es ligero, aromático y complejo, con matices ácidos y un toque amargo que lo hace único.
Preparado en una cafetera de filtro como la V60 o Chemex, resalta su perfil aromático, mientras que en una moka ofrece un sabor más intenso y con cuerpo. Su versatilidad lo hace ideal para tomarlo solo, con leche o en un tradicional “barraquito” canario, una bebida con leche condensada, licor y canela. Su exclusividad lo convierte en un souvenir perfecto, aunque su precio (entre 50-125 € por kilo) refleja su escasez y calidad.
La Importancia del Café de Agaete para el Turismo
El café de Agaete no solo es un producto gastronómico, sino un motor turístico que ha transformado el Valle en un destino de agroturismo. Cada año, más de 80.000 visitantes acuden a fincas como La Laja o Los Castaños para conocer el proceso del café, desde la planta hasta la taza. Estas visitas guiadas, que duran unos 90 minutos, incluyen catas, talleres de tostado y paseos por los cultivos, donde los cafetos conviven con naranjos, mangos y viñedos. La Bodega Los Berrazales, en La Laja, combina la experiencia del café con degustaciones de vinos y frutas tropicales, ofreciendo una inmersión completa en la riqueza del Valle.
El agroturismo en Agaete no solo promueve el café, sino que pone en valor la economía local y el papel de las mujeres en su cultivo. La iniciativa “Café de Mujer” destaca el rol histórico y actual de las mujeres en las fincas, con exposiciones y talleres que celebran su contribución al patrimonio cultural. Este enfoque ha convertido a Agaete en un destino para viajeros que buscan experiencias auténticas, lejos del típico turismo de sol y playa. Además, el café se promociona como un producto gourmet en mercados internacionales, atrayendo a turistas nórdicos, los mayores consumidores de café del mundo.
Dónde Probar y Comprar el Café de Agaete
Degustar una taza de café de Agaete es una experiencia que comienza en el Valle. En la Finca La Laja o la Finca Los Castaños, puedes probarlo recién tostado y comprarlo en grano o molido. En el pueblo, cafeterías como Kactu’s o Cafetería El Valle ofrecen este café en un ambiente local. También puedes encontrarlo en la sección gourmet de El Corte Inglés en Las Palmas de Gran Canaria, aunque el stock es limitado debido a su baja producción. Para garantizar tu compra, haz un pedido online o visita la “tienda de aceite y vinagre” de Mercedita en Agaete, un colmado tradicional donde se vende este café desde hace décadas.
Por Qué Visitar Agaete: Más Allá del Café
El café es solo una parte del encanto de Agaete. El Puerto de las Nieves, con sus restaurantes de pescado fresco, las piscinas naturales de Las Salinas y el Parque Arqueológico del Maipés complementan la experiencia. Los senderos del Parque Natural de Tamadaba ofrecen rutas de trekking con vistas espectaculares, mientras que el Huerto de las Flores muestra la biodiversidad del Valle. En agosto, la Fiesta de la Rama llena el pueblo de música y color, atrayendo a miles de visitantes.
Cómo Llegar a Agaete
Desde el Aeropuerto de Gran Canaria (LPA), Agaete está a solo 35 minutos en coche por la GC-2. Alquilar un coche es la mejor opción para explorar el Valle y sus fincas con libertad. También hay guaguas (autobuses) regulares desde Las Palmas de Gran Canaria, con un trayecto de unos 45 minutos. Reserva tu vuelo con Binter y comienza tu aventura en Agaete.
Conclusión: Un Sabor que Cuenta la Historia de Agaete
El café de Agaete es mucho más que una bebida; es una experiencia que conecta a los viajeros con la historia, la cultura y la naturaleza de Gran Canaria. Su cultivo artesanal, su sabor único y su papel en el agroturismo lo convierten en un atractivo imprescindible para quienes buscan autenticidad. Visita las fincas, degusta una taza en el Valle y lleva a casa un pedazo de este tesoro gourmet. ¡Reserva tu vuelo con Binter hoy mismo y descubre por qué el café de Agaete es un orgullo de Canarias!