Trujillo, en el corazón de Extremadura, a tan solo una hora y media desde Badajoz, es uno de esos destinos que te atrapan con su mezcla única de historia, arquitectura y paisajes que quitan el aliento. Esta pequeña ciudad, famosa por ser cuna de conquistadores y por su encanto medieval, es perfecta para una escapada inolvidable. Si estás buscando qué ver en Trujillo antes de reservar tu vuelo, aquí tienes una guía con los imprescindibles que harán que quieras explorar cada rincón de este tesoro español. Desde castillos hasta plazas llenas de vida, prepárate para descubrir por qué Trujillo, provincia de Cáceres, merece un lugar en tu itinerario.
1. Plaza Mayor: El alma de Trujillo
No hay mejor punto de partida que la Plaza Mayor, el epicentro de la vida trujillana. Rodeada de soportales, casas señoriales y cafeterías con terrazas, esta plaza es un espectáculo en sí misma. En el centro destaca la estatua ecuestre de Francisco Pizarro, el conquistador nacido aquí que llevó el nombre de Trujillo al Nuevo Mundo. Si visitas en abril, no te pierdas la Feria del Queso, cuando la plaza se llena de puestos con los mejores productos extremeños.
2. Castillo de Trujillo: Vistas y leyendas
Subir al castillo es obligatorio. Esta fortaleza árabe, construida entre los siglos IX y XII, se alza en lo alto de la ciudad y ofrece vistas panorámicas de los campos de Extremadura. Sus murallas de piedra esconden historias de batallas y reconquistas, y en su interior encontrarás la ermita de la Virgen de la Victoria, patrona de Trujillo. Consejo: ve al atardecer para ver cómo el sol tiñe de dorado las torres.
3. Iglesia de Santa María la Mayor
Esta joya gótica, situada cerca del castillo, es una de las iglesias más bonitas de la región. Su torre románica y el retablo mayor, obra de Fernando Gallego, son impresionantes. Si te animas a subir los 106 escalones de la torre, tendrás otra perspectiva espectacular de Trujillo y sus alrededores. La entrada es económica y vale cada euro.
4. Palacio de los Duques de San Carlos
En pleno casco histórico, este palacio renacentista del siglo XVI te transporta a la época dorada de la nobleza trujillana. Hoy es un convento, pero puedes visitar su patio interior y admirar los detalles arquitectónicos. Su fachada, con el escudo de los Vargas-Carvajal, es un reflejo del poder que tuvo esta familia en la ciudad.
5. Casa-Museo de Pizarro
¿Curioso por la vida de Francisco Pizarro? Esta casa, donde se dice que nació el conquistador, es ahora un museo que repasa su historia y la conquista del Perú. Aunque sencilla, te da un vistazo a cómo vivía la gente en el Trujillo del siglo XV. Perfecta para los amantes de la historia.
6. La Alberca
Este antiguo aljibe árabe, escondido en una callejuela, es uno de los secretos mejor guardados de Trujillo. Construido para almacenar agua, su bóveda de piedra y su ambiente fresco te harán sentir como si hubieras viajado en el tiempo. Es pequeño, pero su encanto es inmenso.
7. Murallas medievales
Las murallas que rodean el casco antiguo son un vestigio de la Trujillo medieval. Pasear por ellas es como caminar por un libro de historia: torres defensivas, arcos y vistas al campo te acompañan en cada paso. No te pierdas la Puerta de Santiago, una de las entradas originales.
8. Parque de Monfragüe (a un paso)
Aunque está a unos 40 minutos en coche, el Parque Nacional de Monfragüe es una visita imprescindible desde Trujillo. Este paraíso natural, lleno de buitres leonados, ciervos y paisajes de dehesa, es perfecto para una excursión de día. Lleva prismáticos y disfruta de la fauna extremeña en su máximo esplendor.
9. Iglesia de San Martín
En la Plaza Mayor, esta iglesia del siglo XV combina gótico y renacimiento. Su interior es sobrio pero elegante, y si coincides con un concierto (algo habitual en verano), la acústica te sorprenderá. La torre también se puede subir para otra dosis de vistas.
10. Gastronomía que no te puedes perder
Trujillo no es solo monumentos; su comida es un atractivo por sí sola. Prueba el jamón ibérico, la torta del Casar o un buen migas extremeñas en cualquier restaurante local. En la Plaza Mayor, sitios como el Mesón La Troya son clásicos para saborear la cocina de la tierra.
Bonus: El ambiente de las fiestas
Si tu viaje coincide con el Chíviri (el domingo después de Semana Santa), verás Trujillo en plena ebullición. La plaza se llena de trajes típicos, música y bailes, una tradición que celebra la primavera con alegría contagiosa.
¿Por qué visitar Trujillo?
Trujillo es historia viva, un lugar donde cada calle cuenta una historia y cada plato te conecta con su tradición. Ya sea que te apasione la arquitectura, la naturaleza o simplemente desconectar en un entorno auténtico, aquí encontrarás algo especial. Reserva tu vuelo a Badajoz, haz una parada en Trujillo y déjate sorprender por esta ciudad que combina lo mejor del pasado y el presente. ¡Te esperamos en la tierra de los conquistadores!