En poco más de 5.000 km2, Cantabria despliega un formidable abanico de paisajes y ambientes con muchas posibilidades para veranear en familia. Cantabria con niños ofrece múltiples planes para disfrutar de muchas rutas por sus paisajes cambiantes, hermosas playas y rincones paradisiacos, desde cuevas prehistóricas hasta valles pasiegos. Un patrimonio cultural y natural, acompañado de una magnífica gastronomía. Si la naturaleza es lo tuyo, te interesan las siguientes recomendaciones para sacarle el máximo jugo a tu visita a Cantabria. ¡Apunta!
Teleférico de Fuente Dé
En poco más de 3 minutos el teleférico de Fuente Dé salva una altura de más de 700 metros para llegar al mirador del cable, con vistas panorámicas al Valle de Liébana y a los pies de un circo glacial en pleno Macizo Central de Picos de Europa. Es un viaje en el tiempo y el espacio para de forma repentina abrir nuevas formas, nuevas vistas y nuevas sensaciones. Además, con la nieve a un paso para poder disfrutar de esa experiencia también. El teleférico de Fuente Dé, especialmente cuando está el cielo despejado, es EL PLAN.
Santillana del Mar
La belleza, la accesibilidad y la afluencia de visitantes a Santillana del Mar hace que elegir el momento adecuado para visitarla sea la primera decisión que haya que tomar, para evitar posibles aglomeraciones, más si se viaja con los más peques. La primera hora del día puede ser una buena opción. Si tu bebé está aún en carro, opta por mochila de porteo para un paseo cómodo. Se puedes elegir visitar alguno de sus museos - prepara la explicaciones si lo haces al Museo de la Tortura- pero el sabor de Santillana del Mar sobre todo está en un paseo por sus empedradas calles, recreándose, disfrutando, descubriendo nuevos rincones y haciendo paradas casi obligatorias como la que se hace para degustar lo que sale del Obrador de Quevedo.
Cueva El Soplao
Dentro de las muchas opciones que ofrece una visita a Cantabria con la familia, guarda una jornada para visitar el Valle del Nansa y ahí no dejes de adentrarte en el Territorio El Soplao. La visita a la Cueva, fascinante, tiene una duración de unos 50 minutos y en el interior el paseo es corto. Se accede inicialmente con un tren y luego el despliegue de minerales, colores y formas resulta atractivo para toda la familia. Darse la posibilidad de jugar en el exterior en un entorno privilegiado es un placer.
Además, desde el mirador que corona la Sierra de Arnero se dispone de unas espléndidas vistas a la Sierra de la Peña Sagra, a Picos de Europa, al Mar Cantábrico y al Valle del Río Nansa. En un día despejado la panorámica es única.
Península de la Magdalena
El paseo urbano por la capital de Cantabria guarda un lugar especial para la península de la Magdalena que emerge como joya de la corona de la ciudad. Puedes optar por tomar algo en la Cafetería de las Caballerizas, un parque amplio y un paseo andando hasta la parte superior de la península, donde podrás encontrar el Real Palacio de la Magdalena. No te apetece caminar mucho, tienes la opción del trenecito, pero a pie no llega a la hora de agradable paseo. Además, hay varios animales, con los que los niños disfrutarán muchísimo. Sin duda, imprescindible en Santander.
Playas de Santander
La capital de Cantabria, como buena parte de su territorio mira al mar y lo hace de frente. Hasta 13 playas se pueden encontrar en la geografía de la ciudad. Playas diversas y algunas con mejores accesos que otras y algunas próximas al centro de la ciudad y otras más alejadas. Las más conocidas, las dos calas que completan la Playa del Sardinero, hermosa y con solera, o la playa de la Concha que es puerta también de la playa del Camello, que suena a palas al atardecer. Además, Los Peligros,Bikinis, La Magdalena, Los Molinucos, Mataleñas, Virgen del Mar, Rosamunda, Maruca y El Bocal son el resto de playas que puedes encontrar sin salir del término municipal.
Biblioteca Central de Cantabria
Ubicada en la Calle Ruiz de Alda de Santander, un edificio industrial que fue también una prisión, fue reconvertido a biblioteca y es ahora un espacio digno de visitar en el que se puede encontrar una amplia zona de literatura infantil, actividades regulares para familias y también una coqueta, sencilla y original Bebeteca. No dejen de pasar por la Comicteca.
Parque de la Naturaleza de Cabárceno
Es una referencia por su singularidad en la península ibérica. No son solo las especies animales que hay en él, sino también un paisaje único con espacios suficientes para planear un día y disfrutar de las zonas de esparcimiento. Muy recomendable las rutas en teleférico y así tener una mejor dimensión del enclave en el que se encuentra este espacio natural que late a apenas media hora de Santander. Eso sí, te recomendamos pasar todo el día, porque hay muchísimo que ver y disfrutar.
San Vicente de la Barquera
Desde la Playa de Merón hasta el Centro de Interpretación del Parque Natural de Oyambre, en el que se encuentra este clásico pueblo pesquero del norte de España, San Vicente de la Barquera se muestra como uno de los paisajes habituales en cualquier guía turística, pero también como un lugar por el que pasear sin prisas, subiendo a la calle alta, paseando por su marina y sus playas, para disfrutar tanto de las vistas como de la gastronomía. Cerca de la playa hay una zona de servicios con un amplio parque. Aprovecha la visita para descubrir el parque natural, porque es una delicia.
Potes
Esta localidad ofrece rincones para no olvidar, para disfrutar de su gastronomía y de la unión de dos ríos que parten al pueblo por la mitad organizando su geografía y articulando su banda sonora. Capital del Valle de Liébana, con poco más de mil habitantes, se ofrece atractivo un paseo por su zona antigua, comer en algunas de sus tascas y subir a las torres, especialmente a la del Infantado; pasear por callejuelas y encontrar floridos rincones, sorprenderse con los caserones y todo dominado por la unión del río Quiviesa y el Deva que se da en la localidad hace que la visita más que el fin, sea el inicio de algo que está por ocurrir.
Desfiladero de la Hermida
De camino al Valle de Liébana se atraviesa el Desfiladero de la Hermida, conformando una impresionante garganta a la vera del río Deva que hay que atravesar de camino a Picos de Europa. Merece la pena alzarse hasta el Mirador de Santa Catalina o también simplemente buscar un apartadero para caminar con tranquilidad cerca del río y escuchar el discurrir del mismo con la belleza que rodea a la zona. Un lujo inesperado.
Laberinto de Villapresente
A cinco minutos de Santillana del Mar se encuentra este laberinto vegetal que es una opción divertida para toda la familia. Fácil acceso, servicios aledaños adecuados para ir en familia, con aparcamiento, zona de picnic y área de juego, este laberinto que dice ser el más grande de España es también una oportunidad para jugar en equipo y en familia intentando encontrar la salida y reírse con el resto de personas que están con el mismo objetivo y que frecuentemente te vas encontrando. Si vas con bebés no olvides la mochila de porteo. Apto también para mascotas. Al finalizar poder verlo desde la torre de control es muy sorprendente.
Atentos a la programación familiar de pueblos y comarcasAdemás de los imperdibles de cada lugar, cada región, provincia o comunidad conviene estar atentos a las propuestas singulares que se ofertan. En verano aumentan las actividades, como ferias de artesanía, de productores, actividades infantiles o las típicas fiestas de pueblo. Te recomendamos que estés atento a la agenda de Cantabria.
Estas son algunas de nuestras propuestas, pero en siguientes entradas al blog te descubriremos muchos planes por Cantabria, como subir por el sendero mitológico del Monte Hozarco, visitar las sendas fluviales del Nansa, admirar el bosque de Secuoyas próximo a Cabezón de la Sal, visitar los Valles Pasiegos y mucho más. Como verás, Cantabria es, definitivamente, infinita. ¡No te la pierdas!