Enigmática, con diversidad de paisajes sorprendentes y con un carácter único en el mundo. Lanzarote tiene algo diferente que va más allá de lo que se pueda encontrar en cualquier destino de sol y playa. Una isla donde la naturaleza y el arte van de la mano, gracias al legado del artista César Manrique y el compromiso de su gente. Kilómetros de arena dorada con aguas transparentes flanqueadas por grutas volcánicas, lagos de lava y cráteres, con un patrimonio natural que hizo que la declararan Reserva de la Biosfera en 1993.
En Lanzarote podrás encontrar un sinfín de actividades para disfrutar del ocio, deporte y tiempo libre en tus vacaciones y, al mismo tiempo, un paisaje que te invita a la tranquilidad y conectar con la naturaleza. Apunta nuestras sugerencias para que te subas un Binter y conozcas la isla de los volcanes:
Jameos del agua y Cueva de los Verdes
Es el primer Centro de Arte, Cultura y Turismo creado por César Manrique, artista universal nacido en la isla que supo aunar arte, naturaleza y respeto a las tradiciones. Su huella está latente en la idiosincrasia conejera. La cueva, formada a raíz de la actividad eruptiva del Volcán de la Corona, es una de las maravillas que esconden las entrañas de Lanzarote y no debes perderte la visita. Podrás adquirir las entradas individualmente, pero te recomendamos el bono turístico, que te permitirá conocer varios de los centros de la isla.
Jardín de cactus
En Guatiza, uno de los lugares más pintorescos e instagrameables. César Manrique diseñó este bonito jardín que alberga más de 4000 ejemplares de las especies más diversas traídas de todas partes del mundo.
Punta Mujeres
Dos kilómetros con diversas piscinas naturales, dos de ellas bien protegidas del mar abierto, la convierten en referente del charco en la isla. En el nordeste de Lanzarote se encuentra este pueblo pesquero de casas blancas y que conserva su aire tradicional. Es perfecto para las familias, ya que está protegido de la marea y tiene varios accesos.
Parque Natural del Archipiélago Chinijo
La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste constituyen la mayor reserva marina de Europa. La única que podrás visitar es La Graciosa, la octava isla del Archipiélago, a través de barcos que van desde Órzola. También ahí, en el Mirador del Río, en el Risco de Famara, se puede observar el espectacular paisaje, un auténtico paraíso.
Fundación César Manrique
No puedes perderte este museo, podrás comprender mejor la forma en que Manrique transformó Lanzarote, mezclando el arte con la naturaleza y respetando el paisaje y las tradiciones de la isla. El desarrollo de Lanzarote se ha realizado de manera sostenible y en armonía con el entorno gracias al esfuerzo del artista, que supo transmitir a sus paisanos el amor y respeto por su tierra.
Playa de Papagayo
En el sur de la isla está una de las playas más populares de la isla, una cala de arena blanca, pequeñas dimensiones y enorme belleza. La playa se encuentra localizada en el Parque Natural de los Ajaches, por lo que para acceder es necesario abonar 3 €, hay aparcamiento y te encontrarás con dos playas más y un paisaje idílico. Sin duda, un gran plan.
Parque Nacional de Timanfaya
5.000 hectáreas de volcanes y campos de lavas vírgenes de este parque, uno de los espectáculos visuales más pintorescos de las Islas Canarias. El parque es, sin duda, la máxima expresión del volcanismo en la isla y una de las más representativas del archipiélago canario. Un paisaje áspero, contundente, salvaje, donde el silencio más sepulcral cobra también especial protagonismo. Las Montañas del Fuego pueden visitarse en un recorrido guiado en guagua /autobús. Te recomendamos visitar también La Geria, uno de los paisajes más característicos de la isla, fragmentos de negra roca volcánica, aprovechada para el cultivo de la vid. Los vinos resultantes, con Denominación de Origen, son especiales y reconocidos internacionalmente. Lo mejor de todo es que se pueden degustar en alguna de las bodegas mientras disfrutamos de la belleza del entorno.
Como habrás comprobado, con su belleza singular y prácticamente abstracta, Lanzarote es una isla de contrastes que disfruta de un eterno verano que invita a disfrutar de hermosa naturaleza. ¡No te la pierdas, te enamorará!