El norte de España y el suroeste de Francia son un tesoro de paisajes verdes, ciudades con carácter y una gastronomía que te hace salivar solo de pensarlo. Imagina aterrizar en Pamplona, recorrer joyas como Bilbao, Vitoria-Gasteiz y Biarritz, y terminar tu viaje en San Sebastián para volar de vuelta a casa. Es una ruta perfecta para los que buscan combinar cultura, naturaleza y buena comida en un solo viaje. Binter te lleva directo al Aeropuerto de Pamplona (PNA) para empezar esta aventura y te recogemos en San Sebastián (EAS) para el regreso. ¿Te animas a descubrir el País Vasco y más allá? Aquí te contamos cómo hacerlo.
Pamplona: El Inicio con Ritmo
Tu viaje comienza en Pamplona, la capital navarra famosa por los Sanfermines, pero con mucho más que ofrecer fuera de julio. Pasea por la Plaza del Castillo, el corazón de la ciudad, y recorre las murallas medievales que te regalan vistas al río Arga. No te pierdas la calle Estafeta, donde los encierros cobran vida, y prueba unas patatas bravas o un pintxo de chistorra en un bar local. Pamplona tiene un ambiente acogedor que te mete de lleno en el espíritu del norte. Desde el aeropuerto, estás a 10 minutos del centro en taxi o en guagua.
Vitoria: La Capital Verde
A una hora en coche desde Pamplona, Vitoria-Gasteiz te da la bienvenida con su aire tranquilo y sus calles peatonales. Esta ciudad, capital del País Vasco, es un ejemplo de sostenibilidad y calidad de vida.
La Plaza de la Virgen Blanca, con su ambiente animado, y la Catedral de Santa María, una joya gótica que inspiró a Ken Follett, son paradas obligadas. Si te gusta el verde, el Anillo Verde, un cinturón de parques alrededor de la ciudad, es perfecto para un paseo relajado. Aquí, los pintxos empiezan a brillar: prueba uno de jamón o bacalao con un txakoli bien frío.
Bilbao: Arte y Transformación
A poco más de una hora de Vitoria, Bilbao te sorprende con su mezcla de pasado industrial y modernidad. El Guggenheim, con su fachada de titanio, es el icono que puso a la ciudad en el mapa, pero hay más: el Casco Viejo, con sus siete calles llenas de bares y tiendas, te invita a perderte.
Cruza el Puente Zubizuri y prueba un marmitako, el guiso de atún típico de la zona.
Bilbao es vibrante y cosmopolita, y desde Pamplona está a unas dos horas en coche o tren, un trayecto fácil que te mete de lleno en el País Vasco más urbano.
Biarritz: El Toque Francés
Cruzando la frontera, Biarritz te recibe con su elegancia costera. Esta ciudad francesa, famosa por sus playas y su ambiente surfero, tiene un encanto que combina lo sofisticado con lo relajado. Pasea por la Grande Plage, admira el Rocher de la Vierge y tómate un café frente al mar. Los mercados locales ofrecen quesos y croissants que son un lujo para el paladar. Desde aquí, el Atlántico empieza a mostrar su cara más salvaje, y el contraste con el interior vasco es un regalo para los sentidos.
San Juan de Luz: Un Pueblo con Alma Marinera
A solo 15 minutos de Biarritz, San Juan de Luz (Saint-Jean-de-Luz) es un pueblo pesquero que te enamora con sus casas blancas y rojas. Su playa, protegida por un malecón, es ideal para un chapuzón tranquilo, y la iglesia donde se casó Luis XIV añade un toque histórico.
No te vayas sin probar el gâteau basque, un pastel relleno de crema o cerezas que es pura tradición. Este rincón francés, a un paso de España, te hace sentir que has viajado más lejos de lo que el mapa dice.
Bayona: Chocolate y Cultura
A 20 minutos de San Juan de Luz, Bayona (Bayonne) te da otra dosis de encanto francés. Conocida como la capital del chocolate en Francia, sus calles medievales están llenas de tiendas donde puedes probar esta delicia. La Catedral de Santa María, con sus vitrales, y el río Nive, que cruza la ciudad, le dan un aire de postal. Aquí, el jamón de Bayona rivaliza con el ibérico, y un paseo por el Petit Bayonne, el barrio más bohemio, te sumerge en su vida local.
San Sebastián: El Gran Final
Tu ruta acaba en San Sebastián, a unos 45 minutos de Bayona. Esta ciudad es el broche de oro: la Playa de la Concha, con su bahía perfecta, te invita a relajarte, mientras el Monte Urgull ofrece vistas que no olvidarás. El casco viejo es un paraíso de pintxos: desde gildas hasta foie a la plancha, cada bar es una tentación. Si te queda energía, sube al Monte Igueldo para una panorámica inolvidable.
Esta ruta es ideal para una semana o diez días, dependiendo de tu ritmo. Alquila un coche en Pamplona para moverte con libertad; las carreteras son cómodas y los trayectos, cortos. Aunque también hay muy buena conexión de trenes y guaguas.
Desde Binter te ofrecemos tanto vuelos directos a Pamplona como a San Sebastián con buenos horarios y precios que te animan a viajar. Reserva en nuestra web y planifica paradas en Bilbao, Vitoria, Biarritz, San Juan de Luz y Bayona: cada ciudad aporta su magia a este recorrido. No te pierdas la gastronomía: pintxos, sidra, txakoli y chocolates son solo el comienzo.
Este viaje te lleva por ciudades con alma, paisajes que te llenan los ojos y sabores que se quedan contigo. Haz las maletas, reserva tu billete y déjate llevar por una ruta que tiene de todo: historia, mar y momentos que contarás mil veces. ¡Te esperamos a bordo!