¿Qué ver en Venecia? Cada viajero tendrá respuestas diferentes a esta pregunta. Y es que hay tanto que ver, que disfrutar, que hacer en Venecia, que es imposible ponerse de acuerdo. Así que lo mejor es descubrirlo por uno mismo. Tomar un vuelo a Venecia y descubrir un lugar único, donde les esperan joyas como las que te presentamos en este listado. Así que antes de emprender tu viaje, presta atención a nuestros consejos.
Qué visitar en Venecia
Venecia es una maravilla, única en el mundo, una ciudad que lleva siglos impresionando a todos los viajeros que ponen un pie en sus calles o se suben a una de sus famosas góndolas. Elegir, por tanto, diez lugares para ver en Venecia no es tarea sencilla, pero sí podemos asegurarte, sin riesgo a equivocarnos, que todos los que hemos incluido en esta lista merecen realmente la pena.
Plaza de San Marcos
La Piazza de San Marco —o Plaza San Marcos—, con sus emblemáticos soportales y la Basílica de San Marcos al fondo, es una de las cosas que hay que ver en Venecia sí o sí. Un viaje a la capital del Véneto no está completo sin esta imagen. Sobran las palabras y las descripciones.
Cuando el viajero se sitúa en este lugar, comprende que ha llegado a uno de los lugares más hermosos del mundo y no le queda más remedio que dar la razón a Napoleón, cuando hace ya algunos siglos definió a esta plaza como “el salón más bello de Europa”.
Palacio Ducal
El complemento perfecto a la Plaza de San Marcos es acercarse hasta el glamuroso Palacio Ducal de Venecia, a un paso de las aguas de la laguna. Su fachada rosada, elegante y única es una de las cosas que ver si visitas la ciudad de Venecia. La visita a su interior es algo que te dejará sin palabras.
Caminar por su Scala d’Oro, las habitaciones del Duque, la armería o la contemplación de la Sala del Gran Consejo, entre obras de Tiziano o Tintoretto, es la mejor expresión del sabor veneciano.
Puente de los Suspiros
Tras ver todo lo anterior se entiende la leyenda que rodea al hermoso Puente de los Suspiros, otro de esos rincones que hay que visitar en Venecia. Está en la parte trasera del Palacio Ducal de Venecia. Según se cuenta, por aquí pasaban los presos antes de ser ajusticiados que, si conseguían asomarse a las ventanas, lanzaban un suspiro de pena, ya que no sabían si volverían a ver las calles y canales de su amada Venecia.
Fondaco dei Tedeschi
No cabe duda de que esta ciudad italiana es para pasear y sobre todo para navegar en góndola. Pero entre las cosas que hay que hacer en Venecia también se encuentran los miradores para disfrutar de la belleza de la ciudad desde las alturas. Hay varios, pero quizás el más hermoso sea el Fondaco dei Tedeschi, que además es una las visitas gratis en Venecia. Ten esto último en cuenta, ya que no abundan.
Gran Canal de Venecia
El Gran Canal de Venecia es algo así como la avenida principal de la ciudad. Precisamente ese es el motivo por el que siempre hay mucho tráfico. Eso sí, es un tráfico acuático. Lanchas, góndolas, vaporettos o barcas con mercancías. Todo un trajín de personas y embarcaciones. Siempre ha sido así.
Como nos demuestran los cuadros de época, el Gran Canal de Venecia siempre ha estado así de animado. Y por muchas veces que se contemple, nunca deja de admirarse.
Puente Rialto
Si antes decíamos que subir a un mirador era una de las cosas que hay que hacer en Venecia, otra visita obligada es subirse a lo más alto del Puente Rialto y disfrutar de las vistas del Gran Canal y su entorno.
El propio puente, del siglo XVI, ya es una obra de arte en sí mismo. De hecho, es el más antiguo de cuantos cruzan el Gran Canal y sigue proporcionando algunas de las fotos más hermosas y románticas de cualquier escapada a Venecia. ¡Imprescindible!
Basílica de Santa Maria della Salute
Entre las decenas de templos venecianos, pocos tienen la presencia y fotogenia de la Basílica de Santa Maria della Salute. Una basílica barroca del siglo XVII proyectada por el arquitecto Baldassare Longhena como monumental ofrenda del pueblo veneciano para evitar la peste.
Nunca algo tan macabro como una enfermedad pandémica provocó algo tan bello como este templo, que hoy protagoniza muchas de las fotos de los turistas en Venecia.
Teatro la Fenice
Y ahora queremos mencionar otro tipo de templo, uno musical. La Fenice, cuya visita es una de las cosas que hay que hacer en Venecia. Y es que este lugar proporciona una idea del amor por la cultura y el refinamiento que siempre ha reinado en la ciudad.
De hecho, cuando este teatro fue pasto de las llamas a finales del pasado siglo XX, su reconstrucción se emprendió de manera inmediata, ya que es un símbolo de la mejor tradición artística veneciana.
Iglesia de Santa Maria de Giglio (Zobenigo)
La lista de iglesias venecianas interesantes es larguísima, y además visitarlas es disfrutar del mejor arte que se puede ver en Venecia gratis. No obstante, de todo ese listado, proponemos una muy singular: la iglesia de Santa Maria del Giglio —Zobenigo en español—.
Un templo de finales del Barroco cuya fachada no está dominada por imágenes religiosas, sino por símbolos marítimos: sogas, anclas, barcos… Todos ellos vinculados a la familia de ricos comerciantes marinos que pagó su construcción.
Palacio Fortuny
Acabamos con una visita muy especial para los españoles que hacen un viaje a Venecia. Se trata del Palacio Fortuny, el que fuera la residencia del pintor Mariano Fortuny. A lo largo de su vida, este artista acumuló una interesante colección de arte, pero también de valiosas telas, partituras, mobiliario y un sinfín de curiosidades que ofrecen una de las visitas más singulares que en la actualidad existe en la ciudad de los canales. Y eso que los atractivos y las cosas que hay que ver en Venecia son casi infinitos.
Ni siquiera hemos nombrado lugares tan especiales como la Gallera de la Accademia, ni la impresionante Scuola Grande di San Rocco, la especialísima librería Acqua Alta o el mirador de la Scala Contarini del Bovolo. Tampoco el Museo Peggy Guggenheim o el ghetto judío de Cannaregio… Y lo mejores es que ¡hay mucho más!
No se lo piensen demasiado, y en cuento tengan unos días libres tomen un vuelo a Venecia con Binter. ¡No se arrepentirán!