La Costa Azul, también denominada Riviera Francesa, constituye una de las zonas mediterráneas más bellas del territorio francés. Aunque es maravilloso conocerla durante cualquier época del año, en la temporada más cálida, puedes aprovechar el buen tiempo para disfrutar intensamente de sus paisajes, sus playas y todo tipo de actividades al aire libre.
Con todo ello, este es un destino perfecto para descubrir en pareja o junto a toda la familia. Reserva tu vuelo a Marsella con Binter y anímate a realizar una ruta inolvidable hacia la Costa Azul francesa. Vivirás una experiencia de las que jamás se olvidan.
Ruta por la Costa Azul
Apunta bien los lugares más bonitos de la Costa Azul francesa, ya que ¡no puede faltar ninguno en tu ruta desde Marsella!
Marsella
Al comienzo de tu viaje, si dispones de tiempo suficiente durante tus vacaciones, aprovecha la llegada al aeropuerto de Marsella para dedicar al menos una o dos jornadas a esta bella ciudad capital de la Provenza francesa. Pasea por el Puerto Viejo, visita la basílica de Notre Dame de la Garde y disfruta del Parque Nacional de Calanques.
Luego podrás poner rumbo hacia la Riviera. Para ello, puedes optar por alquilar un vehículo en el aeropuerto de Marsella o desplazarte en transporte público entre las distintas localidades de la Costa Azul y alquilarlo posteriormente si lo deseas.
Saint-Tropez
La primera parada ineludible de este itinerario por la Costa Azul francesa es Saint-Tropez, a un par de horas en coche desde Marsella. Si vas en tu propio vehículo, la carretera costera es la más hermosa y te dará la posibilidad de detenerte en localidades como Saint-Cyr-sur-Mer y Tolón antes de alcanzar tu destino.
El sendero litoral de Saint-Tropez te conducirá a lo largo de espectaculares miradores y podrás descubrir calas y playas increíbles. Entre el patrimonio de esta localidad, perfecta para la práctica de deportes náuticos, destacan el Museo de l’Annonciade y la Casa de las Mariposas, un museo con más de 20 000 ejemplares.
Cannes
A una hora en coche de Saint-Tropez se encuentra una de las localidades más famosas de la Costa Azul, Cannes, donde cada año se celebra el Festival Internacional de Cine de Cannes. La ciudad que ahora es sinónimo de lujo y glamur, con su inconfundible playa de dos kilómetros, todavía conserva el Puerto Viejo como esencia de lo que antiguamente era un pueblo de pescadores.
Si quieres descubrir un lugar único, coge un ferry a la isla de Sainte-Marguerite, ubicada en la bahía, y visita el Fort Royal, donde estuvo encarcelado el conocido como hombre de la máscara de hierro en el siglo XVII.
Antibes
Antibes, a unos 10 kilómetros del centro de Cannes, fascina por su casco antiguo, sus fachadas de colores y su pintoresco puerto. Especialmente recomendable resulta el Sendero del Litoral, de 5 kilómetros de longitud, alrededor del cabo de Antibes. Si subes hasta el faro de la Garoupe, contemplarás una de las panorámicas más emblemáticas de la Riviera.
Visita también el imponente castillo Grimaldi, con el Museo Picasso, el bullicioso mercado provenzal y el parque y delfinario Marineland (a los más pequeños les encantará).
Saint-Paul-de-Vence
Al ir de Antibes a Niza, vale la pena desviarse un poco para conocer uno de los pueblos más bonitos de la Costa Azul, situado en los Alpes Marítimos. Se trata de Saint-Paul-de-Vence, una villa amurallada que conquistó a pintores como Matisse y Renoir, y en la que se suceden las galerías de arte y los miradores entre hermosos edificios y callejuelas de piedra.
Si decides alojarte aquí alguna noche, encontrarás una estupenda oferta hotelera, con casas restauradas y antiguos palacetes reconvertidos en hoteles. No obstante, encontrarás alojamientos más económicos en Niza.
Niza
Niza es considerada la capital de la Costa Azul. Ubicada entre el mar y la montaña, sorprende por su gran oferta cultural, así como por el patrimonio arquitectónico de la ciudad vieja, con sus callejuelas y templos barrocos. Pero también por sus playas, mercados como el de las flores y lugares tan increíbles como el Paseo de los Ingleses, la Colina del Castillo, su puerto o las 650 hectáreas del histórico viñedo de Bellet.
Con estos lugares tan maravillosos, déjate sorprender por la belleza y el encanto de toda la Costa Azul francesa y anímate a convertirla en tu próximo destino para las vacaciones. Seguro que no te arrepentirás.