Descubrir los Picos de Europa desde Cantabria es uno de los mejores planes que puedes hacer en el norte de la península. Inmensos paisajes de montaña, variada fauna y más de 1.750 especies de flora se esconden en este parque nacional donde no faltan hermosos pueblos y excelente gastronomía.
Para que no te pierdas ninguno de sus rincones más bellos, hoy te proponemos las mejores rutas para visitar los Picos de Europa desde Cantabria. Reserva uno de los vuelos a Santander de Binter y vive una experiencia única en este paraíso de montaña.
Guía para visitar los Picos de Europa desde Cantabria: 5 opciones de ruta
Si viajas al Parque Nacional de los Picos de Europa en Cantabria no te pierdas estas excursiones y rutas en coche para descubrirlo.
Ruta por el desfiladero de la Hermida
Entre las excursiones a Picos de Europa en Cantabria, una de las imprescindibles es al desfiladero de la Hermida, en pleno valle de Liébana. Puedes recorrer este itinerario de unos 20 kilómetros en coche. Todo el tramo está convenientemente señalizado para ir deteniéndote y ver los distintos puntos de interés.
Se trata del desfiladero de mayor longitud de toda Europa, por el que discurre el río Deva. En torno a él se localizan miradores como el de Santa Catalina y pintorescos pueblos como La Hermida, Cicera y Bejes, donde está el Museo del Queso Picón. Para recorrerlo solo tienes que seguir la carretera N-621 que comunica Unquera con Lebeña, donde puedes visitar la iglesia mozárabe de Santa María, del siglo X.
Ruta de Potes a Camaleño
A nueve kilómetros de Lebeña se localiza Potes, uno de los pueblos más hermosos de Picos de Europa. Conocido como la villa de los puentes y de las torres, deberás reservar al menos unas horas para recorrerlo con calma y descubrir su patrimonio arquitectónico.
Es un sitio perfecto para apuntarse a alguna actividad en sus centros de turismo activo, y degustar la mejor gastronomía de la comarca, como el cocido lebaniego y los salmones.
Desde aquí, sigue la carretera CA-885 para visitar algunos de los sitios más emblemáticos de la zona: el monasterio de Santo Toribio de Liébana, donde se conserva Lignum Crucis y fin del camino Lebaniego, la ermita de Santa Catalina y la ermita de San Miguel. Continúa después por la CA-185 para llegar al pueblo de Camaleño, a orillas del río Deva.
Ruta de los Acebos de Espinama
En el supuesto de que viajes en familia y te apetezca realizar una ruta de senderismo fácil que te permita descubrir parte de la belleza del Parque Nacional de Picos de Europa, la Ruta de los Acebos de Espinama es una opción formidable.
A través de este itinerario circular de 12 kilómetros de recorrido y dificultad fácil, visitaréis el pueblo de Pido, cruzaréis arboledas, veréis fuentes y bebederos típicos y alcanzaréis las Portillas del Boquejón y un bosque de acebos especialmente bonito en invierno. No obstante, resulta un sendero precioso y sencillo de recorrer en cualquier estación del año. La ruta comienza y termina en el pueblo de Espinama.
Excursión de Espinama a Fuente Dé
Desde el pueblo de Espinama, pon rumbo a estación inferior del teleférico Fuente Dé, que localizarás a tres kilómetros y medio siguiendo la carretera CA-185. Es una visita imprescindible en los Picos de Europa.
En el teleférico ascenderás a 1.823 metros de altura, disfrutarás de unas vistas panorámicas espectaculares en el mirador del Cable y, si te apetece, podrás animarte a recorrer algún sendero de montaña. Debido al número limitado de plazas, te recomendados reservar las entradas al teleférico Fuente Dé antes de ir, sobre todo, en temporada alta.
Sendero Urdón-Tresviso
Los que deseen disfrutar en Picos de Europa de una ruta de montaña de más dificultad en un paraje impresionante, pueden recorrer el sendero PR-PNPE 30 Urdón-Tresviso. Este camino se abrió en el siglo XIX, para los trabajos de extracción de las minas de Ándara y Tresviso. Se trata de un trayecto lineal que salva un desnivel de 825 metros altura de algo menos de seis kilómetros entre ambas poblaciones.
El sendero Urdón-Tresviso se localiza próximo a la frontera con Asturias. Resulta recomendable solo para senderistas experimentados que vayan sin niños, pues se trata de un recorrido con gran desnivel y un precipicio sin protección lateral en uno de sus tramos.
Con tantos planes por hacer, anímate a coger alguno de los vuelos a Santander con Binter y enamórate de Cantabria. ¡Cuando la dejes atrás estarás deseando volver!