El embrujo que envuelve a Santander puede provocar que la capital cántabra eclipse a otros lugares de esta región del norte de España. Pero, si tienes la suerte de viajar a Santander con Binter, sería una pena que no te animases a conocer alguno de los siguientes pueblos cerca de Santander que compiten por estarla lista de los pueblos más bonitos de España.
Lugares de pura esencia marinera, villas señoriales o pequeños rincones escondidos en la montaña. Resulta increíble la cantidad de sorpresas que atesora Cantabria, pese a ser una de las comunidades más pequeñas de España. ¿Te vienes a descubrirlas?
5 pueblos para visitar cerca de Santander
Acércate con nosotros a conocer estos cinco pueblos cerca de Santander que resumen a la perfección la esencia y la gran variedad de la oferta turística de Cantabria.
Comillas
Situada a 50 kilómetros de Santander, la conocida como Villa de los Arzobispos es una de las localidades con más historia de Cantabria. Su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico Artístico y resulta de la mezcla de construcciones históricas que fueron dando forma a la ciudad desde la Edad Media.
No obstante, si por algo destaca Comillas es por una gran colección de edificios modernistas, que la sitúan como la ciudad más representativa de este estilo fuera de Cataluña. La joya es sin duda El Capricho, un original palacio diseñado por el genial Antoni Gaudí, pero por la ciudad podrás encontrar otras bonitas obras de Domènech i Montaner, como la fachada del cementerio, la Fuente de los Tres Caños o el parque Güell y Martos.
A estos habría que sumar la Antigua Universidad Pontificia o el imponente Palacio del Marqués de Comillas, sin olvidar sus bonitas playas y la cercanía del Parque Natural de Oyambre.
Potes
Centro de la preciosa comarca de Liébana, Potesfue elegida como Capital del Turismo Rural en 2020 y motivos tiene sin duda para ello. Ubicada en un enclave natural único, fruto de la confluencia de cuatro valles a los pies de los Picos de Europa, vivió su época de mayor esplendor tras la conquista de América. Como en otros tantos lugares del norte de España, los “indianos” volvían del nuevo mundo con riquezas que invertían en bonitos palacios y otras construcciones civiles.
El centro de la Villa de Potes es considerado Bien de Interés Cultural y, aunque sufrió un grave incendio durante la Guerra Civil, aún conserva todo su encanto e interesantes monumentos. Destaca la imponente Torre del Infantado del siglo XIV o la iglesia de San Vicente, pero lo más recomendable es pasear por sus bonitas calles e impregnarse del encanto de barrios como La Solana o El Sol.
Santillana del Mar
Cerca de Santander, a apenas a media hora en coche desde el centro, se encuentra Santillana del Mar. Un pequeño pueblo que, sin embargo, es uno de los sitios más turísticos de nuestro país por albergar la famosa cueva de Altamira. Descubierta a finales del siglo XIX, esta cavidad protege una de las colecciones de pinturas rupestres y arte paleolíticomás importantes de Europa. Aunque actualmente los accesos a la cueva están muy restringidos para garantizar su conservación, podrás visitar la réplica exacta que se ha reconstruido en el Museo de Altamira y que resulta igualmente emocionante.
Pero los visitantes que se acerquen hasta aquí buscando nuestros orígenes, descubrirán también un encantador pueblo medieval lleno de preciosas plazas y callejuelas. Sobresalen la Colegiata de Santa Juliana, uno de los más bellos ejemplos de arte románico de nuestro país, y algunos palacios o casas señoriales como el Palacio de Velarde, la Casa de los Valdivieso o la Casa de los Abades.
Bárcena Mayor
Bárcena Mayor es un pueblo que no llega a los cien habitantes y que, pese a ello, ha conseguido convertirse en uno de los destinos turísticos más interesantes de Cantabria. El motivo no es una imponente catedral ni monumentos relevantes, sino todo lo contrario: el encanto que emana de su particular arquitectura montañesa. Un estilo sobrio y sencillo que, sin embargo, enamora a todos los visitantes.
Y, por supuesto, un impresionante entorno natural que rodea al pueblo con bonitos bosques de robles y hayas. Desde el pueblo, se puede ascender hasta el pico de Alto-Abedules, una montaña a más de 1.400 metros de altura y un paraíso para montañeros y senderistas.
Laredo
Y volvemos junto al mar para visitar Laredo, una de las localidades que mejor conserva la esencia del Cantábrico. Al fin y al cabo,es una de las cuatro “villas marineras” y ya aparecía mencionada en las cantigas de Alfonso X o en El Quijote.
La zona más bonita de la ciudad es la conocida como Puebla Vieja, un casco medieval que gira alrededor de seis calles y que sorprenden al visitante con un interesante conjunto de casonas, torres, iglesias, conventos o los restos de la antigua muralla.
También destacan una serie de palacios y mansiones de la época de finales del siglo XIX de los “indianos” que emigraron a América, al igual que sucedió en Potes. Entre los más interesantes, destacan edificios como el Palacio de Carasa, el Centro Cultural Doctor Velasco o el Palacio de las Cuatro Témporas.
Esperamos que hayas disfrutado de esta interesante ruta por algunos de los pueblos más bonitos cerca de Santander y te animes a visitarlos en tu próxima visita a Cantabria.