España está repleta de pueblos y localidades que destacan por su gran belleza. Sea el paisaje que rodea al enclave o a sus propios edificios, tienes una amplia variedad de lugares que visitar. Como no queremos que te sientas abrumado, te recomendamos empezar por uno de los más bonitos, situado en la provincia de Huesca. ¡Descubre Ansó!
Ansó: Un pueblo con encanto
Encontrarás Ansó en la comarca de la Jacetania, en la provincia de Huesca (Aragón). Se trata de un pequeño pueblo de origen medieval y enclavado en un valle del Pirineo Aragonés. Es un territorio de frontera, ya que se encuentra a 50 kilómetros de Francia y a 30 de Navarra. Si viajas a Zaragoza con nosotros, también puede ser una excursión muy interesante que encontrarás a solo algo más de dos horas en coche. Esta situación de enclave fronterizo se ha convertido en hecho muy relevante, que ha modificado la localidad a lo largo del tiempo y que ha influido enormemente en su carácter.
El que esté ubicado en un valle entre montañas ya le dota de un gran encanto, pero, si a esto le sumamos su tamaño y la arquitectura tradicional de sus edificios obtenemos uno de los pueblos más bonitos de España. Sus calles aún permanecen empedradas, al igual que la mayoría de las casas, lo que te retrotrae a siglos atrás, dotando al pueblo de un aire rústico, que transmite tranquilidad y sencillez.
Pese a que gran parte de los habitantes del pueblo se dedican al turismo rural, lo cierto es que la ganadería y la explotación forestal, actividades de corte tradicional, todavía poseen un gran peso. De hecho, podrás ver de primera mano el impacto que tuvo la ganadería para este pueblo. ¡Pero para eso es necesario que sepas qué ver en Ansó!
Los múltiples atractivos de Ansó
Para empezar, si eres un amante de la historia debes visitar la Torre Medieval de Ansó, un edificio que data del siglo XIV y en el que se mantuvo presa a Blanca II de Navarra. Es uno de los grandes atractivos turísticos de la localidad, y destaca sobre otros edificios por su tamaño.
La iglesia de San Pedro es otro de los monumentos imprescindibles del lugar. Es un ejemplo de templo cristiano en estilo gótico construido en el siglo XVI. La iglesia actual es una construcción posterior a la original, que fue destruida, y cuenta con la peculiaridad de disponer de algunas fortificaciones. Esto demuestra la importancia que llegó a tener Ansó en el pasado.
Y, si quieres ver el peso que tuvo la ganadería en la localidad, el Museo del Traje Ansotano es una visita obligada. Allí, podrás contemplar los vestidos tradicionales de la región, y cómo la trashumancia ayudó a los habitantes del pueblo a sobrellevar los inviernos. Los pastores partían hacia zonas con más alimento para sus animales durante los meses fríos, y volvían en verano cuando llegaba el calor.
En suma, si eres un apasionado de la historia y de la vida tradicional en el campo, Ansó es uno de esos pueblos que no debes dejar de visitar. No solo disfrutarás de su patrimonio arquitectónico: su naturaleza también te sorprenderá, sin importar que vayas durante el invierno o en pleno verano. ¡Visítalo con Binter Canarias!