El Ghallaouiya, un destino poco conocido en el corazón del desierto mauritano, es una joya para los viajeros que buscan autenticidad y paisajes sobrecogedores pudiéndola añadir al itinerario tras haber visto Nuakchot, Chinguetti y Ouadâne. A unas 4-5 horas desde Nuakchot, esta región ofrece una experiencia única, combinando dunas interminables, vestigios culturales y la hospitalidad nómada. Hoy en el blog de Binter te contamos qué ver en El Ghallaouiya en una excursión desde Nuakchot, con consejos prácticos para que tu aventura sea inolvidable. ¡Prepárate para descubrir un rincón del Sáhara que te cautivará!
Por qué visitar El Ghallaouiya desde Nuakchot
El Ghallaouiya, en la región de Adrar, es un oasis de calma lejos del bullicio de Nuakchot. Aunque menos famosa que Chinguetti o Ouadâne, esta área destaca por sus paisajes desérticos vírgenes y su conexión con la vida nómada. Es ideal para quienes quieren explorar el Sáhara sin las rutas turísticas más concurridas, disfrutando de dunas, pozos antiguos y encuentros con comunidades locales.
Cómo organizar tu excursión a El Ghallaouiya
La mejor forma de llegar a El Ghallaouiya es con un tour en 4x4 desde Nuakchot, ofrecido por agencias de viaje. Estos viajes, de 1-2 días, cuestan entre 80-120 euros por persona e incluyen conductor, guía, comidas y alojamiento en haimas. El trayecto sigue la carretera hacia Atar antes de adentrarse en pistas desérticas, con paradas para fotografiar el paisaje.
Si prefieres ir por tu cuenta, toma un minibús de Nuakchot a Atar (5 horas, unos 10 euros) y negocia un taxi 4x4 hasta El Ghallaouiya (1-2 horas, 15-20 euros). Por seguridad y comodidad, recomendamos la opción guiada.
Consejo: Lleva ropa ligera pero modesta (cubriendo hombros y rodillas), protector solar, una bufanda para la arena y agua. Las noches son frescas, así que incluye una chaqueta ligera.
Qué ver y hacer en El Ghallaouiya
1. Dunas del Sáhara en su máxima expresión
El Ghallaouiya es famoso por sus dunas doradas, que se extienden hasta donde alcanza la vista. Dedica tiempo a caminar o subir a una duna alta para disfrutar de un amanecer o atardecer inolvidable. Algunos tours ofrecen paseos en camello (10-15 euros), perfectos para sentirte como un nómada del desierto.
2. Pozos y vestigios nómadas
La región alberga pozos antiguos, usados por caravanas durante siglos. Aunque algunos están secos, son un testimonio de la vida en el Sáhara. Un guía local puede explicarte su historia y cómo los nómadas los usaban para sobrevivir.
3. Encuentro con comunidades locales
En El Ghallaouiya, puedes visitar pequeños asentamientos nómadas y compartir un té mauritano (un ritual de tres tazas: amarga, dulce y suave). Es una oportunidad para conocer la hospitalidad mauritana y aprender sobre su día a día. Lleva bolígrafos o caramelos para regalar a los niños, siempre con respeto.
4. Noche en una haima bajo las estrellas
Dormir en una haima tradicional es el broche de oro. Los tours suelen incluir una cena con cuscús o tajine, seguida de historias alrededor del fuego. El cielo estrellado del Sáhara, sin contaminación lumínica, es perfecto para observar constelaciones.
Una excursión a El Ghallaouiya desde Nuakchot es una invitación a descubrir el alma del Sáhara: dunas infinitas, historias nómadas y noches estrelladas. Reserva tu vuelo directo a Nuakchot, la capital de Mauritania, ya que ahora tienes todo lo necesario para planificar un viaje auténtico y memorable en este país tan interesante.
¿Listo para el desierto? ¡El Ghallaouiya te espera!