Venecia es una de las ciudades más románticas del mundo. El reflejo de los edificios en el agua de los canales, el silencio de la noche en sus rincones ocultos y los paseos en góndola, por supuesto. Al menos una vez en la vida hay que recorrer Venecia en góndola: una sensación indescriptible que nunca olvidarás.
Te ofrecemos varios consejos para organizar tu paseo en góndola si tienes previsto volar a Venecia con Binter.
Consejos para organizar tu paseo en góndola en Venecia
Si sigues estas recomendaciones, a buen seguro que tu paseo en góndola por la ciudad de los canales será una experiencia inolvidable.
El precio del paseo en góndola
Los precios de los paseos suelen estar fijados de antemano. En la mayoría de los embarcaderos de góndolas encontrarás un cartel en el que aparece el precio: 80 euros para un viaje diurno y 100 euros para un tour nocturno.
Como las góndolas tienen una capacidad para seis viajeros, puedes rebajar ese precio si compartes góndola con otras parejas. También es posible negociar con el gondolero, pero es lo menos habitual. De cualquier manera, asegura el precio antes de subir.
Duración del paseo en góndola
Los paseos en góndola por Venecia duran aproximadamente 30 minutos. Si quieres un paseo más largo deberás llegar a un acuerdo con el gondolero y renegociar el precio.
Evita áreas muy turísticas y horas punta
Si subes a la góndola en el Gran Canal en hora punta puede que te toque ”un atasco”. Ten en cuenta el elevado número de embarcaciones que surcan el Gran Canal lo que dificulta la maniobrabilidad de las góndolas. Los canales pequeños y poco transitados son los más románticos. Y aunque el tour nocturno cuesta más, un paseo en góndola bajo las estrellas es el no va más.
Las serenatas de los gondoleros
¿Quieres que tu gondolera cante una serenata? Solo algunos gondoleros ofrecen ese servicio que suele ser de pago. Asegura de antemano que el gondolero sabe (y quiere) cantar. No se lo pidas en mitad del paseo porque puede sentarle mal.
Dos opciones de itinerarios para tu paseo en góndola
Cada gondolero trabaja en una zona de la ciudad y se especializa en una serie de canales. Habla con él antes de subir y pídele que te indique cuál va a ser el trayecto. También es posible fijar un itinerario personalizado, pero siempre dentro del área que trabaja el gondolero.
A continuación, te mostramos dos opciones de itinerarios para tu paseo en góndola por los canales venecianos: un trayecto clásico de San Marcos a Rialto y un trayecto alternativo hasta Cannaregio.
Itinerario clásico por el Gran Canal
Si es tu primer viaje a Venecia, un paseo en góndola por el Gran Canal es la mejor manera de empezar a disfrutar de una ciudad única.
Súbete a la góndola en la zona de San Marcos y deléitate con algunos de los edificios más hermosos de Venecia como San Giorgio Maggiore, una joya renacentista firmada por Palladio que podrás ver frente a San Marcos, al otro lado del canal.
Ya entrando en el Gran Canal, a tu izquierda, podrás ver la iglesia de Santa María de la Salud, una obra maestra del barroco. Tras pasar el Palacio Salviati, también a la izquierda, se encuentra Ca'Dario. Y un poco más adelante, la fachada inacabada de la fantástica colección Peggy Guggenheim.
Tras cruzar el puente de la Academia, vamos virando lentamente a la derecha. Pronto veremos la fachada del Palacio Grassi y Ca'Rezzonico. Y un poco más adelante el Palacio Balbi. Al fondo ya se adivina el puente de Rialto, un hito veneciano donde finaliza este trayecto clásico.
Itinerario alternativo hasta Cannaregio
Si buscas un paseo por los canales menos turísticos te recomendamos tomar la góndola en Fondamenta delle Zattere, al lado de la iglesia de Santa María del Rosario, al sur de Venecia. Tras cruzar el Gran Canal y ver la mencionada Santa María de la Salud nos adentramos en los canales secundarios de Venecia del barrio de San Marcos.
Tras volver al Gran Canal para divisar Rialto entramos ya en el sestiere de Cannaregio, al norte de Venecia. A lo largo de canales estrechos y solitarios podrás disfrutar de la Venecia más silenciosa e inspiradora. El trayecto finaliza frente a la iglesia de Madonna dell’Orto, con su célebre fachada de ladrillo visto.
Pese a que hay otras formas mucho más baratas para recorrer los canales venecianos como los vaporetti (las guaguas de los canales) o los traghetti (las embarcaciones que cruzan de un lado a otro el Gran Canal) no hay experiencia más romántica que disfrutar de Venecia desde una góndola.