Si quieres llevar a tu perro de viaje en avión, debes tener en cuenta ciertos condicionantes, para facilitar su transporte y que este sea lo más agradable posible para él. Para muchas mascotas estos viajes suponen un nivel añadido de estrés, así que hay que hacer que se sientan cómodas para que el viaje no suponga una vivencia traumática.
El peso de tu perro determinará su ubicación en el avión. Si pesa menos de ocho kilos, podrá viajar contigo en la cabina, debajo del asiento delantero. Pero si su peso es mayor, tendrá que hacerlo en la bodega.
El transportín
Debes escoger un transportín adecuado para tu perro, que esté homologado, que sea cómodo, seguro y que cumpla las medidas establecidas por la aerolínea. El perro debe poder moverse dentro del transportín, de forma que las limitaciones de este no le impidan estirarse durante el viaje.
Es indispensable que el transportín tenga buena ventilación y que cuente con empapadores que cubran la superficie. Además, los que vayan en la bodega deben contar con cubetas cerradas para que el animal pueda comer y beber, que puedan ser rellenadas desde el exterior. Es importante que el perro conozca el transportín con antelación, para acostumbrarse a él antes de viajar en avión.
Los perros guía y los animales de soporte emocional pueden viajar en cabina, previa presentación de un certificado médico que acredite la discapacidad. En este caso, los perros podrán viajar al lado de su dueño, siempre atados y con bozal.
La documentación
Para viajar con cualquier animal, hay que presentar la cartilla sanitaria donde se indican las vacunas y tratamientos de desparasitación recibidos. Debe tener la antirrábica. El perro también debe contar con microchip o tatuaje identificativo y en el aeropuerto te harán cumplimentar un formulario de descargo de responsabilidad. Si el perro es menor de tres meses, tendrás que presentar también una autorización de las autoridades sanitarias, que acredita que no tiene problemas de salud.
Hay que tener en cuenta que algunos países piden más documentación o requisitos, así que debes informarte antes de viajar a esos destinos.
En el aeropuerto
Es importante llegar al aeropuerto con antelación para que el can tenga tiempo a acostumbrarse a la nueva situación. También es recomendable no darle comida tres horas antes del vuelo para evitar mareos.
Si tu perro viaja en la cabina, en el aeropuerto puede ir fuera del transportín, siempre y cuando vaya atado. Tendrá que pasar también el control de seguridad, en brazos o caminando. El transportín y la correa serán analizados en el dispositivo de inspección de rayos X, como cualquier otro bulto.
La Asociación de Transporte Internacional Aéreo (IATA) recomienda no sedar a los animales para viajar en avión si no se ha consultado antes a un veterinario. Explica en su normativa, que la mezcla de la altitud y los medicamentos puede tener consecuencias fatales para animales mayores con problemas de salud.
Por último, debes recordar que la disponibilidad para viajar con animales en avión es reducida, por lo que es recomendable reservar la plaza cuanto antes.