El otoño transforma a Cantabria en un paraíso de colores cálidos, ofreciendo el escenario perfecto para disfrutar de la naturaleza, la gastronomía y las tradiciones locales. Uno de los eventos más emblemáticos de la temporada es las Magostas, una tradición que reúne a familias y amigos alrededor del fuego para asar castañas. Este ritual, presente en los pueblos de toda la región, no solo celebra los frutos del otoño, sino que también refuerza los lazos comunitarios y la conexión con la naturaleza.
Aquí te presentamos algunas de las mejores experiencias para disfrutar de Cantabria en otoño.
1. Saborea las Magostas y la Gastronomía Otoñal de Cantabria
Las Magostas son una cita ineludible en otoño, donde las castañas asadas se convierten en el centro de la celebración. Este evento tradicional es una muestra de la vida rural y comunitaria de Cantabria, una oportunidad perfecta para sumergirse en su cultura y disfrutar de su hospitalidad.
Además, en esta época, los restaurantes de la región ofrecen platos llenos de ingredientes de temporada. El cocido montañés, elaborado con alubias y carne de cerdo, es ideal para combatir el frescor otoñal. Los sobaos y la quesada pasiega son los postres más típicos, endulzando cualquier visita.
2. Explora la Naturaleza y los Parques Naturales
Otoño es la mejor estación para explorar los parques naturales de Cantabria, con sus paisajes teñidos de dorados y rojos. El Parque Nacional de los Picos de Europa es un destino destacado, perfecto para el senderismo. Una de las rutas más populares es la subida a Fuente Dé a través del teleférico, desde donde se pueden admirar las montañas y valles con un telón de fondo otoñal.
Otra parada imprescindible es el Parque Natural de las Marismas de Santoña, que alberga una gran diversidad de aves migratorias. Si te gusta la ornitología, este es el lugar perfecto para observar garzas y flamencos en pleno vuelo.
3. Visita Pueblos Encantadores
Cantabria está repleta de pueblos con encanto, donde el tiempo parece haberse detenido. Santillana del Mar, con sus calles adoquinadas y su famosa Colegiata de Santa Juliana, es uno de los destinos más populares. El ambiente otoñal le otorga una belleza aún más especial, convirtiéndolo en el lugar ideal para perderse y desconectar.
Otro pueblo que merece una visita es Comillas, famoso por su arquitectura modernista, destacando el Capricho de Gaudí. Además, el Palacio de Sobrellano y la Universidad Pontificia son paradas obligatorias para los amantes de la historia y la arquitectura.
4. Vive la Aventura en la Naturaleza
Para los más aventureros, Cantabria en otoño ofrece una amplia variedad de actividades al aire libre. El rafting y el descenso de cañones son dos de las experiencias más emocionantes que se pueden realizar en los ríos de la región. Con el caudal elevado en esta temporada, estas actividades garantizan una dosis extra de adrenalina en entornos naturales impresionantes.
Las montañas cántabras también son perfectas para rutas de senderismo y trekking, con senderos que atraviesan paisajes espectaculares y menos concurridos en esta época del año.
5. Descubre el Patrimonio Cultural y las Cuevas Prehistóricas
Cantabria no solo destaca por su naturaleza, sino también por su patrimonio cultural. Las cuevas prehistóricas de la región, como la Cueva de Altamira, son un tesoro arqueológico de incalculable valor. Aunque el acceso a las pinturas originales está restringido, puedes visitar una réplica exacta en el Museo de Altamira, que también alberga una interesante exposición sobre la vida en el Paleolítico.
En Santander, el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria es otra parada interesante, con una amplia colección de objetos encontrados en los yacimientos arqueológicos de la región.
Relájate en Santander
Por último, no puedes dejar de visitar Santander, la capital de Cantabria. El otoño es la época perfecta para recorrer su Paseo Marítimo sin las multitudes del verano, disfrutando de la tranquilidad de la Playa del Sardinero y las vistas al mar. El Palacio de la Magdalena también es una visita obligada, no solo por su belleza arquitectónica, sino también por su historia y ubicación privilegiada.
Además, Santander cuenta con una vibrante vida cultural. El Centro Botín es un espacio dedicado al arte contemporáneo, mientras que el Museo Marítimo del Cantábrico te permitirá conocer la estrecha relación de la región con el mar.