Si no sabes qué visitar en Madeira, conocida como la "Perla del Atlántico", te podemos decir que es un destino que combina paisajes de ensueño, una rica cultura y una naturaleza exuberante. Este archipiélago portugués, compuesto por las islas de Madeira y Porto Santo, a unas pocas horas de vuelo desde Canarias, es perfecto para quienes buscan aventura, relax y autenticidad. Si estás planeando tu viaje con Binter, te traemos un itinerario completo con lo mejor que puedes hacer en Madeira, desde caminatas por levadas hasta sabores locales que deleitarán tu paladar. Prepárate para descubrir una isla que lo tiene todo, optimizada para que tu experiencia sea inolvidable.
Día 1: Explora Funchal, la vibrante capital
Tu aventura comienza en Funchal, el corazón de Madeira y una ciudad que mezcla tradición y modernidad con encanto.
Mañana en el casco histórico
Tras aterrizar en el Aeropuerto Cristiano Ronaldo y llegar a tu alojamiento, dirígete a la Zona Velha, el casco antiguo de Funchal. Pasea por la Rua de Santa María, famosa por sus puertas pintadas con arte urbano, y visita la Catedral de Sé, un tesoro gótico del siglo XV con un techo de madera tallada que te dejará boquiabierto. A pocos pasos, el Mercado dos Lavradores te sumerge en un festival de colores y aromas: prueba frutas exóticas como el maracuyá-banana o la chirimoya, y compra flores típicas como las orquídeas. Dedica unas tres horas a este recorrido tranquilo, ideal para aclimatarte.
Almuerzo con vistas al mar
Para comer, siéntate en un restaurante frente al Atlántico en el centro y prueba la "espetada", un pincho de carne asada en brochetas de laurel, acompañada de "bolo do caco", un pan de ajo irresistible. La brisa marina y el sabor local serán el preludio perfecto para tu tarde.

Tarde en los jardines y el teleférico
Por la tarde, sube al Jardín Botánico de Madeira, accesible en coche o en guagua desde Funchal (unos 10 minutos). Este oasis alberga más de 2.000 especies de plantas, desde palmeras hasta flores endémicas, con vistas espectaculares sobre la ciudad. Después, toma el teleférico desde Funchal hasta Monte, un trayecto de 15 minutos que te regala panorámicas del océano y los tejados rojos. En Monte, visita el Jardín Tropical Monte Palace, un rincón mágico con estanques, pagodas y plantas de todo el mundo. Baja de regreso en un trineo de mimbre, una experiencia tradicional que mezcla adrenalina y diversión.
Día 2: Aventura en las levadas y picos de Madeira
Madeira es famosa por sus senderos y paisajes montañosos, así que el segundo día es para los amantes de la naturaleza.
Caminata por la Levada do Caldeirão Verde
Alquila un coche o únete a un tour guiado y dirígete a la Levada do Caldeirão Verde, en el norte de la isla (a unos 45 minutos de Funchal). Este sendero de 13 km (ida y vuelta) sigue una levada, un canal de riego típico de Madeira, a través de bosques de laurisilva, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El camino, de dificultad media, te lleva a una cascada de 100 metros que cae en un lago cristalino. Lleva calzado cómodo, agua y un chubasquero, ya que la humedad es constante. La caminata dura unas 5-6 horas, pero las vistas y la paz del entorno valen cada paso.
Almuerzo en Santana
Tras la caminata, conduce 20 minutos hasta Santana, un pueblo encantador conocido por sus casas triangulares con tejados de paja. Come en Quinta do Furão, un restaurante con vistas al océano, y prueba el "milho frito" con pescado fresco, como el pez espada negro. Es un lugar perfecto para recargar energías mientras admiras los acantilados.
Tarde en Pico do Arieiro
Regresa hacia el sur y sube al Pico do Arieiro, el tercer pico más alto de Madeira (1.818 metros), a unos 40 minutos de Funchal. Si el día está despejado, las vistas sobre las nubes y los picos vecinos son de otro mundo. Hay un sendero que conecta con Pico Ruivo (el más alto), pero incluso un paseo corto desde el mirador te dejará sin aliento. Quédate hasta el atardecer si puedes; los colores del cielo sobre las montañas son inolvidables.
Día 3: Costa norte y maravillas naturales
El tercer día te lleva a explorar el salvaje norte de Madeira, lleno de contrastes y sorpresas.
Mañana en Porto Moniz
Conduce 1 hora desde Funchal hasta Porto Moniz, famoso por sus piscinas naturales volcánicas. Estas pozas, formadas por lava solidificada, se llenan con agua del Atlántico y son ideales para un baño relajante. Llega temprano para evitar multitudes y disfruta de las vistas al mar mientras nadas entre rocas negras. Después, pasea por el pueblo y visita el Acuario de Madeira, pequeño pero interesante, con especies marinas locales.
Almuerzo y cascada Véu da Noiva
Come en Cachalote, un restaurante frente al mar en Porto Moniz, y prueba el "lapas grelhadas" (lapas a la parrilla), un manjar típico. Luego, conduce 15 minutos hasta el mirador de Véu da Noiva, una cascada que cae directamente al océano desde un acantilado. El contraste del verde de la montaña con el azul del Atlántico es pura magia.
Tarde en São Vicente
Sigue 20 minutos hasta São Vicente, un pueblo tranquilo con un ambiente rural. Visita las Grutas de São Vicente, cuevas volcánicas formadas hace 890.000 años. Un guía te llevará por túneles subterráneos mientras explica la geología de Madeira, y el Centro de Vulcanismo añade contexto con exhibiciones interactivas. Es una experiencia única que pocos incluyen en su itinerario.
Día 4: Relax y cultura en el este de Madeira
Para tu último día, combina descanso con descubrimientos en la costa este.
Mañana en Machico
A 30 minutos de Funchal, Machico fue el primer lugar donde desembarcaron los portugueses en 1419. Relájate en su playa de arena dorada, una rareza en Madeira, y pasea por el Forte de Nossa Senhora do Amparo, una pequeña fortaleza con vistas al pueblo. Si te animas, haz una caminata corta hasta el Miradouro da Queimada para una panorámica de la bahía.
Almuerzo y Ponta de São Lourenço
Come en Machico el "bolo de mel", un pastel tradicional de miel y especias. Después, conduce 20 minutos hasta la Ponta de São Lourenço, una península rocosa en el extremo este. El sendero Vereda da Ponta (6,5 km ida y vuelta) te lleva por acantilados, formaciones volcánicas y vistas al océano que parecen sacadas de un cuadro. Es menos exigente que otras rutas y perfecto para una mañana activa.
Tarde en Câmara de Lobos
De regreso a Funchal (30 minutos desde Ponta de São Lourenço), para en Câmara de Lobos, un pueblo pesquero que inspiró a Winston Churchill a pintar sus paisajes. Pasea por el puerto, donde los barcos de colores contrastan con las casas blancas, y prueba la "poncha", una bebida de aguardiente, miel y limón, en un bar local. Es el cierre ideal para tu viaje, con un toque relajado y auténtico.
¿Por qué visitar Madeira?
Madeira es un destino que sorprende por su diversidad: montañas escarpadas, costas salvajes, jardines tropicales y una cultura que mezcla lo portugués con un carácter insular único. Es perfecto para aventureros, amantes de la naturaleza y quienes buscan desconectar sin renunciar a la comodidad. Además, su tamaño compacto (57 km de largo) hace que todo esté a tu alcance.
Madeira, tu próximo gran descubrimiento
Desde Binter, te invitamos a reservar tu vuelo a Madeira y sumergirte en este paraíso atlántico. Ya sea caminando por levadas, nadando en piscinas volcánicas o saboreando una poncha al atardecer, esta isla te conquistará con su belleza y autenticidad. Déjate llevar por nuestros consejos de lo mejor que hacer en Madeira, un destino que combina naturaleza y cultura. ¡Tu aventura insular comienza aquí!